11/28/2010

FLIA en La Plata, Ramona II para el mundo.



El sábado 4 de diciembre Ramona II participará de la FLIA que se organiza en La Plata, 12 y 72. 
Dibujos en una ciudad dibujada.

11/19/2010

El Dragón Dormido IV

Os diré, que uno, cien, incluso una miríada de artistas vestidos de dragones,
No eclipsarán nunca el cielo, ni su paso hará retumbar la tierra,
Ni formara en el lomo del lago el escalofrío circular que produce la grandeza.
Pues dos piernas, aunque sean capaces de desandar la distancia de un mundo,
No podrán cargar más que a un hombre y sus ideas.
35-  Y algo que saben bien, las viejas castas altas, aquellas que gustosamente
Liban el vientre del eterno poder enmascarado, es que jamás
Se ha de imponer censura alguna cuando la palabra es lábil, y el eco fugaz.
Al contrario, adornadla con alevoso empeño. Dadle un cortejo en espiral,
Que exacerbe la forma, y una vez escindida de todo exclamad en vano:
¡Mirad, esto es la libertad! ¡Mirad, esto es lo nuevo! ¡Mirad!
Mirad la nueva libertad que nada lleva consigo.
Mirad a los nuevos estetas, a sus santos y sus reliquias.
Mirad el espiral que ya se ha cerrado y solo puede parirse a si mismo.
Mirad la preciosa mano que sin orden ha crecido
Miradla bien, ya no tiene pulgares y está plagada de anillos.
En tanto, el poder enmascarado, libre de todo ego, cuidó del nuevo Dragón renacido.
Este nuevo ser, no creció con escamas, entre sacros rituales o mitos.
Porque ahora su celoso protector viste de otro modo en este horizonte pagano.


La euritmia formó y contuvo los miembros del nuevo animal sagrado
Desplegándose lentamente como un magno caracol,
Del mismo modo suave, del mismo modo blanco y silencioso
36-  Y a su vera los nuevos artesanos, ni libres, ni santificados.
Obligados a transmitir claramente el mensaje, siguiendo los esquemas
Que antaño y por eras se habían utilizado.
Así sus gigantescas patas translucidas se enterraron en los océanos.
Y colmaron los valles. Allí se nutrieron de la nueva tierra y sus ideas.
Rodeó el globo y se filtró en cada una de las cosas sin que nadie lo notara.
Fue el conducto de los viejos valores remozados, plasmándolos
En nuevos lienzos transparentes, inmateriales  y serializados.
Este nuevo avatar, como su predecesor tragó y parió a cada homínido
Para transformarlo en hombres simbólicos y simbolizados
Y finalmente, amigos míos, el camino escurridizo de las palabras
Nos conducen al objeto de sus penurias.
37-  Y es que la historieta es hijo novicio del nuevo dragón.
Estas nuevas artes son a sus naturales transparentes y accesibles.
Así como lo fueron en los tiempo oscuros las piedras modeladas de los templos,
Los oleos teatrales y planos.
Sin intentar innovar, pero cambiando con los ojos que la leen,
Tautológicamente narrando un tiempo mítico y aleccionador,
Paradigmático, asequible sólo en el campo de las ideas.
Así en un sencillo código representado vive el pasado.
Serializadamente producidos, como lo fueron, a su escala
Las bellas reliquias enterradas en el tiempo y en los libros.
Atados al poder que los detenta y examina,
Los remozados artesanos no son libres, mas laboriosamente
Intercalan en la naturaleza de nuestra razón las bondades
De cientos de voces pretéritas, tributarias de poderes extintos,
Libres en nosotros sus palabras.
Un discurso acotado que tiende a expandirse y revolucionar.
Pues bien, como en el pasado los muros vivos de los templos
Les hablaron al simple conocer del pueblo, así estos textos
Encierran el mismo lenguaje.
Sostened en vuestras manos estos papeles vestidos de historias viejas
Que la naturaleza sencilla de esta obra no nuble vuestro juicio.
Seguid altivamente el gusto sencillo que no precisa más justificación que el simple gozo.
Mirad este mundo desacralizado, y evadido de lo eterno.
Mirad al hombre estallando en mil pedazos, devorándose,
Pariendo plagas indolentes.


Este, nuevo dragón es tan cotidiano como su predecesor,
Escondido en los pequeños objetos apreciados.
Querrán algún día arrancar palmo a palmo los dibujos de estas páginas
Sacralizarlos, finalmente en las paredes, y no estarán más
Que  arrancando las raíces que alimentan este medio.


La noche se retira, tiñendo todo el éter de azul gastado.
El sueño y el silencio me llaman.
Buscad ahora, mis queridos caballeros, un paraje calmo
Y bebed una vez más del cáliz del “hombre que puede ser”,
Haced carne y sangre cada palabra.

Que dulce se presenta el aire de la mañana….
Amigos míos, porque no podré recordarlos de otro modo.
A vosotros, extraño par, habéis dado generoso cobijo a mis ideas,
Gustoso le dejo mis últimas palabras. Otras lenguas nuevas hablarán por mi.

Amanece, hoy es mañana, y este es el último eterno día que he de vivir.

El Dragón Dormido III

Si pretendo, antes del amanecer, acabar con vuestras dudas. Pues según los astros
Predicaron en mi nacimiento mañana será el día de redención, mañana arribará el silencio.
Sepan comprender virtuosos señores que habéis venido de tan lejos
Que no son tan diferentes mi estoque y mi ánimo. Tras el sintético cuerpo
Circular de madera oscura reposa contenida la filosa lengua de un eremita feliz
-Habéis venido hasta mi cargando una historieta, que de ellas hay cientos
Y cientos son las formas en que nacen. Las hay únicas, por un solo hombre pergeñadas.
Son estas obras las más sencillamente adoptadas por los altos estetas consumados,
Pues encajan desde la superficie con las normas que han declarado.
Y sería falso y engañoso defender un arte por sus más escasos frutos bien seleccionados.
24-  Tomaré como bandera el más bastardeado de los hijos que esta expresión ha podido dar,
Quien también es su forma más fecunda: el género superlativo de las hazañas.
25-  Habrán dicho los estetas que es un arte repetitivo, tanto en continente como en contenido,
Cercenando con estas palabras los inmutables siglos de registros planos de planos
Cuerpos, varias veces rebatidos. Tal es el arte que floreció antes del arte   
Bebiendo las aguas del eterno Iteru.
Y hete aquí que éstas son sus virtudes, las que los vuelven imperecederos.
Ahora cerrad los ojos y retrocedamos en el tiempo, antes del arte mismo donde según todos lo libros
Comenzó a caminar la belleza. Fue útil a cada hombre para relacionarse con su mundo y en él sus bestias.
En el último recodo de una caverna, animada por un fuego danzante ordenaron la extensa tierra.
Y es así que en aquellos días de barro, de piedra y bronce, cada muro y cada cuenco
Participaba de la mítica belleza portadora de las normas y valores.
En cada punto de nuestro vasto mundo, gravitando al astro rey, fue el proceso repetido,
Moldeado siempre a diferentes horizontes y relieves. Florecido el dragón, lo cubrió
26-  Todo con su forma. El poder enmascarado, y en cada pueblo la máscara que el decoro requiera,
Guió las fauces devoradoras abrevando materia fundadora a  la matriz que forjó la forma y la cultura.
27-  Fue, durante centurias un hecho que las artes y todas las cosas ciertas fueron indivisibles,
E invisible su accionar instruyendo los valores de cada pueblo. Así fue durante siglos.
Se hizo y deshizo el contorno, el color incubó diferentes mundos, fue a la vez
Clave y adorno en los palacios y tumbas. Fue el manto que el hombre
Usó como abrigo y medio para lidiar con el universo.
Lenguaje que conectaba los linajes con los tiempos mitológicos,
28-  Lenguaje claro y transparente de inmutables normas ritualizadas.
Lenguaje sin alfabeto ni analfabetos, pues a través de él
Todo homínido fue un hombre, parte integrante de lo eterno.
Extasiado en su grandeza, pueril en su pensar
El hombre se nombró hijo y elegido de sus fantasías fundadoras.
Construyó cuatro elefantes y sobre sus lomos arrasó con el mundo que lo vio nacer.
Construyó con el arte, cuando el arte no existía, tumbas, dioses
Templos e imperios. Construyó batallas y victorias que nunca fueron.
Justificó con pragmático criterio todos sus crímenes.
Alimentó una giba sobre sus espaldas para no poder ver más que su ombligo.
Creo el artífice de un mundo bello, tan pequeño como su razonamiento.

                                                              Al caer la iluminación bajo la simple practicidad de los electrones,
El arte logró su ansiada libertad.
Y las formas que antaño contaban hazañas y miserias de los dioses, paradigmas y mártires;
29-  Que son siempre metáforas de  universales menesteres humanos,
Se revelaron al gusto de cada persona y sus caprichos.
La belleza se apartó de la arquitectura en dos suspiros preciosistas.
Curvo el primero, dulce y delicado; recto y solemne el segundo.
30-  El binomio de la creación que subyace, quedó vacío para las academias.
Y es la mano del destino delicada en acomodar ciertos detalles irónicos.
Fue en el antiguo mundo, a la vera de una ciudad eterna,
Cuando el lenguaje recuperaba el volumen, donde los primeros pasos
De esta caída fueron dándose, bajo la nueva guía de la razón esperanzada.
Aquellos tiempos, medidos por la divina proporción, fueron deslumbrados
Por la maestría de un puñado de hombres tan celebres como sus obras.
La roca, el aceite y las ideas plasmadas como tapetes marcaron las ciudades.
                                  Bajo el manto blanco y amarillo de una metrópolis sacra, unos pocos artesanos
 
31-  Renacieron como artistas reclamando para sí el derecho divino de la creación.
Y, como todo, a un paso, inevitablemente le sigue otro
Acentuando la dirección y el modo.
Pintaron, primero el espacio entre las cosas.
Pintaron y crearon el cielo y el infierno,
Pintaron las nubes nórdicas,
Pintaron, también, en el norte,
Las cartas y el paso de la muerte por las cosas.
Pintaron los milagros, como un milagro teatral.
Pintaron e hicieron verosímiles las santas pasiones,
De hombres y mujeres con perfiles
Paganos, que gradualmente se  humanizaron.
Pintaron los placeres monárquicos
Y la rectitud moral revolucionaria.
Pintaron las hazañas de los hombres,
Como seres individuales.
Los pintaron, mas tarde sin intención aparente.
Pintaron  la misma luz entre las cosas
Mientras las cosas se deshacían en los colores.
Y habiendo sido expuesto como autónomo y separado,
Habiendo, devorado todo contenido asequible
Y todo aquello que lo contiene,
No quedó más que pintar la pintura.”
Tan frío lo recuerdo a aquel dos de julio….
”No es intención interrumpir vuestro apasionado discurso,
Más con mi razón no comprendo, cómo en los tiempos
Pretéritos logrará encontrar las bases para juzgar
Y bien medir la valía de nuestra obra. Recordad, noble caballero
Las palabras de los estetas. Ellos que dominan el discurso eterno
De la historia, misma que ahora vos manipuláis, la sojuzgaron
Como simple y repetitiva, carente de toda intención de sacro arte inmaculado”.
- En vuestras palabras hallo sencillez y sabiduría, mi joven amigo extranjero.
Las palabras brotan de mi boca enardecidas. Hambrientas de libertad
Las ideas no respetan el decoro del contexto, ni la fugacidad del tiempo.”

“Con el nacimiento del viejo siglo las artes bellas se liberaron
De toda atadura funcional…. Y a mi mente llegan con su rostro
Asociado, las palabras que dijera una de las ninfas,
Que como siempre van en pares. Ella dijo, por explicarme
Y mostrar mi erróneo razonar: “Las pancartas-manifiestos,
33-  Que son más obras que las obras mismas arrasaron con toda
La censura que los nuevos artistas fueron heredando”.
Y no hay mejor escudo para mi desconfianza que este manojo
De palabras. El viejo dragón oculto devoró su cuerpo al circundar el globo,
Ebrio y extasiado por el horror de contemplar tanta belleza.
Más, sé bien que la muerte nunca es absoluta.
En la oscuridad del inconciente, entre las cornisas y el cielo,
escondido frente a todos, como suelen esconderse todas las maravillas,
anidaba un nuevo lagarto, que será dragón cuando despunte el día.

La nueva casta de hombres justificados, de artistas sin censuras, predecesores
De los altos estetas consumados, tomaron la piel de aquel enorme cadáver
Que yacía bajo el ojo opaco de la noche rebatida por la nueva arquitectura.
Vistieron su vanidad con grandes y pequeñas escamas tornasoladas.
Cada uno a su paso recorrió el mundo, hablando miles de idiomas a la vez.
Y en cada pueblo fueron deslumbrando a quienes vieron en los restos
Degradados del pasado, la belleza del color y no el marasmo de una era.
Libres e invulnerables se dispersaron en lo que dura un suspiro.
Pero escuchad mis palabras, que el silencio de este bosque eterno,
Que es más bello y cierto que cualquier obra que no haya sido cosechada,
Las conduzca hasta sus almas para comprender la silente paradoja.
Con una voz de libro, con seis ojos de libros también, una con su cuerpo
Retraído, la otra como una lejana espiga. Mientras callaba la primera,
La segunda sentenció “Arrasaron con toda la censura”, así fueron y serán
Las ninfas, que siempre se presentan en pares.
34-  El poder enmascarado que antaño dominó las fauces del épico dragón
Que circundaba el globo, no prestó mayor atención,
Ni rindió hecatombe alguna para solicitar a los dioses las correas
Que sujetaran las lenguas de estos hombres pertrechados con escamas.

El Dragón Dormido II

Como un susurro arrumbado en un alma subterránea comenzó su discurso.
14-  “Venimos del gran círculo rojo, allí donde todo se justifica y todos salen justificados.
Sea aquel día funesto, cuando arribamos  al clásico salón dorado
Llevando esta historieta que mi amigo por incontables días ha cargado.
Eran nuestras intenciones entrevistarnos con los altos estetas consumados,
15-  Aquellos que dictan la belleza, elevan a los artistas y destierran a los artesanos
Del alto grado de la creación divina, aquellos que hablan el presente y leen el pasado.
Esperamos siete días y siete noches bajo el domo, bajo la belleza antigua. Esperamos por ellos.
Y ellos aparecieron, entre pompas y discursos; con doce manifiestos se presentaron.
Rodeados por doce santos tullidos por ellos santificados. “Somos, porque así lo decimos”.

Así se presentaron y esperaron nuestras reverencias que por ignorancia y no por desacato
Malamente realizamos. “Altos estetas consumados que habitáis el gran círculo rojo,
Hemos venido vestidos de humildad para solicitar de vuestra gracia su toque santificado.
Esta es la obra que ofrecemos a sus grandes y eternos anaqueles”. Dije y quedé esperando.
Tomaron la historieta lentamente con guantes blancos. La hojearon uno a uno y uno a uno nos miraron.
“Sabed caballeros”, dijo uno de los doce, que como ninguno estaba primorosamente ataviado,
“que la pieza que nos habéis traído rebosa de simpleza y voluntad; si se quiere de entusiasmo.
16-  Más le falta la intención de ser arte santificado, de innovar, de buscar la vida y lo profundo.
Somos los altos estetas consumados, en nuestros ojos vive la historia. Escribimos el pasado,
Elegimos de todas las ramas una. Aquí, bajo el domo todo árbol es columna para sostenernos en lo alto”.

Así habló uno de los doce y a sus palabras le siguieron resonando bajo el gigantesco domo,
Otras tantas, serviles en forma y tono; imagen falsa de un punto muerto.
17-  Los altos estetas consumados se retiraron al llegar el silencio al gran círculo rojo,
Los doce santos tullidos por ellos santificados imitaron sus pasos y allí nos dejaron.
Enviaron en su retirada a un heraldo tuerto vestido con harapos buscando de nosotros
Ni el agrado, ni la complacencia. Pidió solo el reconocimiento.
“No habrá nada que caiga fuera del discurso que mis señores, rezan y riman a su antojo.
A ellos todas las lenguas le son propias y son propios en todos sus juicios, ya que están exentos
De  toda censura. Mas la suya, dentro de los infinitos muros de esta catedral, ofrece a vosotros
Y su obra un cuarto que se ajusta a la modestia que les es propia”,  Así habló el heraldo.


Fue extraño aquel día, y al recordarlo me sonroja la incoherencia, ya que habiendo arribado a destino.
No dimos crédito a las palabras consagradas, mismas que durante meses ansiamos.
Junto a la historieta, también portábamos una tácita certeza: este perfecto equilibrio
Entre dibujo y literatura merece más que un cuarto perdido  entre los catedráticos pasillos.
Partimos del gran círculo rojo, donde todo se justifica y todos salen justificados
Dejando al heraldo con su reverencia pendiente, y un cuarto de la catedral vacío.
¿Acaso un hombre debe aceptar menos de lo que su espíritu ha prometido?
¿Acaso hay hombre más digno que aquel que cuida de cada palabra su puro significado?
¿Es menos estandarte una bandera si es acaso todo lo que visto?
Nos recibió noviembre, tan húmedo como siempre, nos recibió la incertidumbre y el encono.

No habiendo más que camino por delante, lo tomamos.
Dejamos tras el horizonte el gran círculo rojo. Cruzáronse con nosotros
18-  En esta nueva jornada, otros tantos peregrinos. Marchaban todos a un paso, en pos
De aquella bendición que sólo los estetas brindan. Gracia que otorga el valor
Que requiere cada nueva obra. Valor requerido y satisfecho con placer por los seres alados
Que de a cientos moran entre las gargantas pétreas cinceladas en las altas torres Nosotros marchamos.
Por incontables caminos a quien quisiera ver enseñamos nuestro tesoro. A quien pudiera con sensato juicio
Hablar, preguntamos dónde hallar las palabras ciertas y sinceras que definan nuestra cruzada es su justo valor
Y fue tras las muchas tristezas y fatigas que el camino brinda al humilde caminante que nos topamos,
En el meridiano del día séptimo, con una hiena bien asida por un rústico cepo de ébano.
Y hablo la bestia, de esta manera después de escuchar nuestro enredado relato.
19-  “¡Ay de vosotros los hombres! Las palabras tejen laberintos en sus redondas cabezas.
Heme aquí, prisionero de este cepo de ébano, y aún así soy más libre que vosotros.
¡Acallar las mofas¡ Al momento intentaré, ya que luego de haber escuchado, sé que les espera un largo camino.
Para bendecir la obra que llevan y rodearla con palabras que expliquen su justa valía, no debéis buscar a un sabio.
20-  Pues ellos están siempre en el curso de la historia y son ciegos a lo que acaba de suceder.
Buscad al hombre Santo y dibujado, por él mismo santificado.
Buscadlo en el sur, perdido en los bosques inciertos, pertrechado con un saco negro
Y cargando con siniestro pulso un estoque traicionero y fino.
Sólo entonces hallaran las palabras que reclaman para vuestro tesoro.
Adviértoles una cosa, mi extraño dúo desesperado, antes de retomar el camino
sabed que aquel hombre perdido, singular y anónimo
no podrá ofrecer mas que palabras y razones. No será concedido a la historieta
que por incontables días han cargado, anaquel alguno que la resguarde con lo eterno.
No será tampoco alimento apetecible para aquellos seres alados, negros y corvos
Que moran entre las torres catedráticas, cautivos sin saberlo de los grandes estetas consumados.
Ahora marchaos, huelo a mi pobre verdugo dando sus últimos pasos, viene a matarme. Marchamos,
Pues no quiero que la sangre de este cerdo salpique sus ropajes cuando de un seco dentellazo
abra su gaznate. Marchaos, y al encontrar al hombre santo decidle que la hiena envía sus saludos.
Decidle que aún conservo su regalo, que lo llevo entre los dientes y resuena cada noche, desde enero
Hasta diciembre. Así habló la hiena que descansaba en un rústico cepo de ébano.
Y es así que hasta aquí nos trajo el camino, donde termina la jornada. Esperamos vuestro juicio”

El hombrecillo calvo quedose en silencio contemplando ansioso a su eterno compañero,
Quien con sacra devoción desenfundó la historieta que durante incontables días había cargado.
Extendió sus brazos, que mucho no se extendieron, ofreciéndome con sobrado orgullo aquel simple tesoro.
-Es en verdad misteriosa la fascinación que causa.- dije al sostenerla entre mis manos.
Os diré, antes de comenzar con la oratoria que no soy ni por esfuerzo, ni por título
Un sabio en la materia. Sé de aquello que he leído todo lo que mi razonamiento
Pudo descifrar. Aquello que instruyeron en mi y lo que yo supe escoger de todo lo que veo.
Más esperad un momento y seguid mis pasos unos pocos metros.
El sol ha menguado y el ponto encrespado a lo lejos despertará a los viejos espíritus.
¿Escucháis el rugido espumoso abatirse contra las rocas? Es la tierra bramando su grandeza.
Venid, a manos llenas les pido su confianza para internarse en los laberintos
Que los árboles, sin más ley que la primera, supieron construir en los tiempos primigenios.
Seguimos caminando ya los tres por un sendero improvisado,
Dispuesto yo en ánimo a explicar mis pareceres y ellos a escucharlos.
-Aquí, sobre estas rocas estaremos tranquilos, y podremos ver la parábola perfecta
De la luna en su camino. Buscad comodidad, ya que el relato nos llevará hasta el alba.
21-  El arte, que al fin de cuentas es todo lo que esto incuba, es un dragón gimiendo,
Oculto y devorando el mundo a la vista de todos.  Sabio y un poco sádico
El destino colectivo quita de nuestra conciencia racionalizada aquello
Que alguna vez nos separo del resto de la creación. ¿Seremos quizás todos
Juntos y por separados partes de Aquel Que portaba la luz y cayo de la gracia de Dios
22-  Al buscar en nuestras mentes la creación? No somos parte del mundo, pues buscamos
23-  Crear uno propio Más deleznable con cada revolución del globo, Más pequeño
Con cada cría que nace. Mas detener el espiral eterno de mis deliros debo