9/21/2011

Diario del hombre Diurno: algo para leer

Vamos a decir la verdad. No me gusta leer, leo poco. Me da fiaca ponerme a leer, menos si eso que leo no viene en viñetas y con dibujos, menos si el autor no tiene varias décadas de muerto, mucho menos si ese autor comparte mi tiempo y geografía. Así que ya es bastante que tenga ganas de leer las cosas que escribe esta persona. Tal vez lo que me llame la atención es que el mundo que describe me es, en un 90% ajeno. Aunque como mis experiencias extra uterinas son bastante escasas esta condición sería fácilmente satisfecha por muchos escritos actuales.
     Cuando leo las cosas de este tipo, las palabras se me quedan en la lengua. Y no porque sean palabras ilustradas. Son las mismas palabras que están en la calle sin decir nada. Él las hace rítmicas, casi sobrenaturales.

"Nos despedimos y caminé las pocas cuadras hasta mi casa con la idea de llegar y escribir esto. Ahora estoy frente a la máquina y un escalofrío recorre mi espalda. Soy un traidor, un mentiroso y un cobarde y esto se me está yendo de las manos. Estoy perdiendo pie, estoy corriendo demasiados riesgos innecesarios y estoy a pocos milímetros de una línea que no quería cruzar. Pero del otro lado. Creo que es momento de ponerle a esto un punto final y olvidarnos del asunto. Volver al silencio perfecto e intentar no estallar ni reventar a otros en el camino. Y lo siento mucho, amigo Duke, pero nunca pude resistir la tentación de traicionar a un muerto. No es nada personal; es, aunque cueste creerlo, sólo una cuestión estética."


G.Fink






1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, si es muy bueno.