Nuevamente hemos probado que la democracia funciona para muchas cosas, menos para elegir gente idónea que gobierne los destinos de un país. Los temores de la infancia que más se conservan son:
Miedo a la oscuridad 50%
Miedo a los doctores 30%
Miedo a los payasos 20%
El miedo a la oscuridad es de lo más racional. Es lógico y hasta sano, prudente. En la oscuridad se pueden esconder cosas terribles, muertos vivientes, fantasmas, demonios, monstruos, etc. Una larga lista de posibilidades espantosas, que encuentran en la oscuridad un terreno fértil para crecer. Lo más triste de todo es que es que a medida que vamos creciendo y "madurando" nos metemos en compromisos, rutinas y problemas que nos atormentan más que todo lo que puede llegar a ocultarse en la oscuridad. Por lo tanto si ya le has perdido ese miedo a las habitaciones sin luz y los pasillos vacíos, significa que tu vida es más aterradora que todo lo que podría estar escondido allí. Felicidades sos una persona de bien.
1 comentario:
Jajajaja!!! Horrorosamente cierto!!!
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